Situación en la que un individuo o grupo, instalados en una posición jerárquica superior, disponen del privilegio de imponer sus ideas o voluntad a otro individuo o grupo. En los sistemas patriarcales, la dominación masculina es el poder del hombre sobre la mujer y otras posiciones de género subordinadas, que se puede expresar en diferentes formas de violencia, incluyendo la simbólica. La dominación masculina tiene como base la diferenciación y estereotipación de los roles femeninos y masculinos, sistema según el cual los hombres son considerados sujetos y, las mujeres, objetos o sujetos pasivos. En este sistema de relaciones, la dominación masculina es legitimada y justificada por la visión androcéntrica propia de los sistemas patriarcales.